josé saramago – las intermitencias de la muerte

Un país innominado, monárquico y sin salida al mar, con ciudadanos cuyos nombres no importan es el universo elegido por José Saramago para desarrollar ésta, una de sus últimas novelas. Los lectores habituales del portugués ciertamente ya deben haberse dado cuenta de que caminamos por territorios conocidos, y la presencia de un perro en uno de los roles de relevancia no hace sino agregar familiaridad. Claro, a estas alturas podemos hablar que en la obra reciente de Saramago existe una imaginería común sentando las bases de sus trabajos.

Podríamos decir que a grosso modo son tres las secciones principales de «Las Intermitencias de la Muerte». La primera narra lo que ocurre en el país innominado cuando la muerte deja de ocurrir, con un pormenorizado, y a ratos hilarante, relato de las consecuencias de la situación, tocando las aristas políticas, económicas, sanitarias, y por cierto religioso-filosóficas de la situación, cuya discusión resulta por lejos la más importante durante el desarrollo de la novela. Sin embargo, pronto la idea pierde fuerza y el relato se hace monótono y en ocasiones pareciera extenderse más de la cuenta. Tal como en la primera parte de «Ensayo sobre la Lucidez», no existe un desarrollo de personajes sino que éstos aparecen y desaparecen según la necesidad narrativa de presentar la situación dentro del universo paralelo de Saramago. A diferencia de «..Lucidez», que brilla con su irónica crítica a la clase política, aquí se siente demasiado la sensación de un territorio ya recorrido.

Es en la segunda parte donde el relato vuelve a ganar fuerza, con la aparición de la figura de la muerte y su cambio de planes respecto a cómo acaecerá el destino fatal de los humanos. Es sin embargo sólo en la tercera parte cuando por fin aparece el desarrollo de la muerte como personaje protagónico, y así como también el tardío nudo principal de la novela: su incapacidad de matar al otro personaje principal, un violoncelista. Aquí nuevamente surge frustración: se trata de un carácter que aparece más bien en descripción de la muerte y hasta de su perro antes que por cuenta propia. Frustración mayor es el hecho de que este choque de personajes ocurre cuando la novela ya está próxima a terminar.

La impresión final es que en esta ocasión Saramago ha tomado una idea muy interesante para un cuento (de hecho, se trata de cierta forma de una premisa inversa a la de «Reflujo», de «Casi un Objeto»), pero que convertida en novela se hace insuficiente para mantener una cierta intensidad que atrape al lector como otras de sus novelas. Por supuesto, los seguidores de Saramago podrán disfrutar de su estilo particular de escritura, de sus ironías, su interacción con el lector, pero no deja de ser notorio que al terminar la última página seguramente quedará claro que el portugués lo ha hecho mejor en otras ocasiones.

4 pensamientos en “josé saramago – las intermitencias de la muerte

  1. I think the reason this structure worked so well in «Lucidez» but did not work here, is that in the previous work he had a group of characters already so lovingly crafted, whom I already knew and felt for. (And granted, the satire in «Lucidez» was better done, more interesting.) In «Intermitencias» there was no time to develop the characters he introduced, so I did not get involved in their story.

    I’ve gotten very annoyed at reviews of «Intermitencias» which state that Saramago is famous for writing fables with enigmatic, inhuman characters, and that this novel exemplifies his style — when what he has been writing all these years is fables with strongly human, sympathetic characters. This novel is unusual in his œuvre and is not successful.

  2. Hola! Bueno sólo he leído de un libro de Saramago me cautivo en demasia, quisiera preguntarte tu que sigues al autor. ¿la desgracia infrahumana siempre esta presente en su obras?
    Pd. Leeré Ensayo sobre la Lucidez.
    Saludos

  3. En cuanto a las penurias por las que puede llegar a pasar el hombre, Ensayo Sobre la Ceguera es por lejos el que las narra de la manera más cruenta. Saramago no siempre es así, de hecho en El Hombre Duplicado es más posible que salgan risas al leer, pero siempre está de manera definida una muy humana definición de sus personajes, humanos y animales.
    Espero haberte respondido la pregunta.

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